Cuando las Sociedades Bíblicas Unidas publicaron su versión crítica del Nuevo Testamento Griego, especialmente para traductores y estudiantes, hicieron un estudio cuidadoso de las variantes del texto griego que podrían afectar la traducción.
La comisión decidió poner en el texto griego, sin comentario alguno, lo que ellos consideraban como texto establecido. Algunas variantes fueron incluidas en el texto, pero indicando el grado de certeza que le atribuían.
Una variante considerada muy segura lleva, por ejemplo, la denotación A; una menos segura, B; una variante considerada preferible a las otras, pero no tan segura, es designada con la letra C; y finalmente una variante que es preferida por la comisión, pero que no tiene el apoyo de mucha evidencia textual es designada con la letra D.
Estas gradaciones aparecen en el aparato crítico del Nuevo Testamento Griego, tanto en su edición inglesa como en su edición española.
Además de lo que se puede apreciar en el aparato crítico, está la obra de Bruce Metzger, A Textual Commentary on the Greek New Testament (United Bible Societies), en la cual el profesor Metzger resume la evidencia que llevó a la comisión a escoger una variante y no otra como la más digna de confianza.
Las consideraciones de esta comisión aparecen bosquejadas en las pp. xxv- xxviii del Textual Commentary, y pueden resumirse de la siguiente forma:
Se consideran las evidencias externas, entre las cuales son importantes la fecha y el tipo de MS, la distribución geográfica de los MSS que apoyan determinada variante, la relación genealógica de textos y familias de MSS. Corresponde señalar que los testimonios deben evaluarse y no contarse.
Se consideran las evidencias internas, que comprenden las probabilidades de errores de transcripción y las probabilidades intrínsecas, es decir, la relación de la variante con el estilo del autor y el contexto del pasaje.