El estudio cuidadoso de la evidencia, junto con la aceptación de la posibilidad de que haya profecía predictiva, lleva a la conclusión de que Isaías escribió los 66 capítulos.
Un autor que haya vivido en tiempos turbulentos y durante seis décadas haya ministrado a su nación, bien pudo haberse referido a distintos asuntos en diferentes estilos.
Aunque los paralelos lingüísticos y de estilo entre Isa. 1-39 y 40-66 son mucho mayores que las disimilitudes, hay una diferencia tanto en el enfoque como en el contenido de las dos partes.
La segunda sección, que está definidamente más orientada hacia el futuro que la primera, bien puede haber sido escrita en el último período de la vida del profeta, durante el reinado del impío Manasés, poco antes del martirio de Isaías.
Como testimonio de que Isaías escribió todo el libro, se presentan los siguientes hechos:
(1) El testimonio de los profetas antes del exilio, que reflejan, o se parecen, o toman prestado de Isaías (cf. Isa. 47: 8 con Sof. 2:15; Isa. 66: 20 con Sof. 3: 10; Isa. 52: 7 con Nah. l: 15; Isa. 43: 1-6 con Jer. 30: 10-15; Isa. 44: 12-15 con Jer 10: 1-16; Isa. 48: 6 con Jer 33: 3; Isa. 56: 11 con Jer 6: 15; Isa. 65: 17 con Jer. 3: 16; Isa. 66: 15 con Jer. 4: 13);
(2) el testimonio bíblico del NT que claramente habla de Isaías como autor de las citas de ambas partes;
(3) la evidencia interna en cuanto al lenguaje y al estilo;
(4) la evidencia extrabíblica de las antiguas versiones, en las cuales el libro de Isaías siempre aparece como una unidad;
(5) la evidencia que dan los manuscritos de Qumrán (1QIsª y 1QIsb), de que en el más antiguo manuscrito de Isaías aparecen juntos todos los capítulos; y
(6) la constante tradición de las comunidades judías y cristianas hasta por lo menos el siglo XVIII.